Subir al Cerro Tusa: una experiencia que transforma cuerpo, mente y alma

Subir al Cerro Tusa una experiencia que transforma cuerpo, mente y alma

Ayer 30 de julio del 2025 fue un día que quedará marcado en mi corazón: junto a casi toda mi familia emprendimos una nueva aventura inolvidable. Esta vez el objetivo era desafiante: subir la cima Cerro Tusa (1.955 m.s.n.m), una de las montañas más emblemáticas y energéticas de Colombia sin duda alguna.

¿Dónde queda el Cerro Tusa?

El Cerro Tusa es una montaña en forma de pirámide natural, imponente y mágica, ubicada a tan solo 1 hora y 30 minutos de Medellín en carro particular, en el hermoso y colorido municipio de Venecia, Antioquia- De hecho muy cerca de allí se encuentra uno de los cultivos principales de Milamores, donde nacen muchas de las plantas medicinales que utilizamos para nuestras infusiones naturales, como la infusión BabyHope, una de nuestras fórmulas más queridas y efectivas, de la cual hemos recibido más de 3.500 testimonios de mujeres que han logrado ser madres gracias a esta infusión.

Este es uno de los miles de testimonios de Milamores y la BabyHope

¿Por qué subir el Cerro Tusa?

Subir esta montaña es más que una caminata: es un viaje espiritual, un desafío físico y emocional que nos conecta profundamente con la naturaleza y con nosotros mismo. Esta pirámide natural fue declarada Parque Arqueológico en 2019 y ha sido protegida por iniciativas como las de Comfama, que han permitido su conservación y acceso respetuoso.

Desde que comenzamos el ascenso, sentí que algo especial nos acompañaba. La experiencia no solo es física, también es energética. Muchos sienten la necesidad incluso de pedirle permiso a la montaña, de honrar su presencia. No es un acto supersticioso: es una intuición profunda que nace cuando te conectas con su energía.

Mi hijo Gregorio, pidiendo permiso al Cerro Tusa.

Preparándonos para el ascenso

Nuestro guía, Rubén, de la agencia de turismo Venturstravel (puedes contactarlo al +57 321 8678400), es un apasionado hombre de 38 años, nacido en esta misma región. Con sabiduría, respeto y profundo amor por la montaña, nos guio a través de esta experiencia que, según nos contó, era la número 601 que lo llevaba a la cima del Cerro Tusa. Antes de iniciar el ascenso, hicimos una oración juntos, respirando el aire puro de la montaña y permitiendo que la energía de la naturaleza nos envolviera sutilmente.

La oración era  algo así, se las escribo porque me encanto. 

Oración de protección total para momentos de adversidad

Desde  mi centro de luz, amor y voluntad yo:

Dices tu nombre-------

Al centro de luz, amor y voluntad de mi Padre yo adjunto mi voluntad a su voluntad total me dispongo, discierno, obedezco, agradezco y me afirmo en mi interior. 

Yo soy. Yo soy. Yo soy.
Yo soy un canal limpio, puro, claro y perfecto.
Vengo de la luz y camino hacia la luz.
La luz es mi propósito, mi destino y mi guía.

En este trayecto, me consagro al conocimiento espiritual y me dejo proteger y asistir por mi Padre, en cuerpo, mente, espíritu y salud.

Me visualizo vibrante, radiante, resplandeciente, claro, sutil y libre.

Gracias, Padre.

Al inicio del asenso Ruben nos llevo para que descubriéramos una piedra con nueve escalones muy cerca de la vía principal que va de Bolombolo a Venecia y la cual según la historia, era un antiguo altar donde se le hacían ofrendas a la diosa de la montaña. Desde ese punto, todo se tornó aún más místico. 

Después de haber disfrutado un rato e imaginado cómo funcionaba ese altar, y con la expectativa de lo que vendría, emprendimos el recorrido. Justo al inicio del camino nos encontramos con una hermosa construcción en guadua que se camufla perfectamente con el entorno. Allí funciona una sucursal de un reconocido restaurante del que, aunque aún no he tenido la oportunidad de probar su comida, ya había escuchado muy buenos comentarios. Se trata de La Graciela, un restaurante ubicado a solo una cuadra del parque principal del pueblo de Venecia, diagonal al hospital. Siempre que paso por allí me dan ganas de parar, pero lo cierto es que nunca he coincidido con el momento perfecto para desayunar o almorzar allí: o llego demasiado temprano, o ya es muy tarde.

         

Sin embargo, creo que ahora mi motivación no será ir a ese restaurante La Graciela en Venecia, sino al que se encuentra justo en la entrada del Cerro Tusa. Ya que este lugar es fresco, hermoso y rodeado de naturaleza, realmente vale la pena conocerlo. Además, si se solicita con anticipación, preparan un delicioso fiambre tradicional envuelto en hoja de plátano, que me quede con ganas de probar porque ayer que se lo vi a otros visitantes me antoje se veían muy ricos. Bueno pero como estaba pensando en escribir esto de bajada del cerro a las 4.30 les pedí el teléfono para dejarlo por aquí por si a alguien le interesa. +57 3128031344 llamar a pedir su fiambre para llevar a la experiencia. 

Continuando con mi historia, a las 10:30 de la mañana se llego la ahora y encendimos nuestros relojes, que serían testigos del esfuerzo y la experiencia que viviríamos ese día. Aunque el sol brillaba con fuerza, la abundante vegetación a lo largo del sendero ayudaba a mantener una temperatura agradable durante gran parte del trayecto. Los primeros dos kilómetros fueron relativamente suaves, sin mucha inclinación . 

Cerca de las 11:30 de la mañana llegamos a una estación como ellos llaman a estos lugares de información, luego de  haber recorrido estos últimos kilómetros donde pudimos ver además de la entrada a la montaña un hermoso mariposario natural, caminos de piedra ancestrales que conectaban a Antioquia con otros departamentos, relojes de sol, e información que enriquecen sin duda alguna aun más nuestros conocimientos de esta región Antioqueña. Al llegar, nos dieron las últimas indicaciones, un radio para mantener la comunicación y los mejores deseos para el ascenso y descenso.

Comenzamos a subir con entusiasmo; todo parecía sencillo al principio. Sin embargo, al llegar a los 100 metros nos encontramos con una serie de estacones numerados del 0 al 184, los cuales marcan el progreso hacia la cima. Fue en ese punto donde el camino empezó a tornarse más exigente, ya fuera por el calor, la inclinación o el esfuerzo físico acumulado. Cada estacón superado se sentía como si estuviéramos soltando un peso simbólico, algo que cargábamos desde antes.

Rubén, nuestro guía, nos explicó que eso es precisamente lo que hace la montaña: nos ayuda a liberar aquello que ya no debemos seguir cargando en nuestras vidas. Nos invita a soltar, a dejar ir, a avanzar más livianos. Y así fue como lo sentí. Por eso digo que el Cerro Tusa no solo se sube con los pies, también se atraviesa con el alma. Esa montaña tiene el poder de transformar.

La cima: un regalo para el alma

Después de más de dos horas de caminata, bajo el ritmo de la más pequeña de la familia, tocamos el último estacón: el 184. Estábamos exhaustos pero profundamente emocionados. La vista desde la cima es indescriptible: un mar de montañas que se extiende en 360 grados, una imagen que se queda tatuada en la memoria.

Subida al cerro tusa

Almorzamos, nos tomamos fotos, reímos y agradecimos. Pero el verdadero desafío vino al bajar…

El descenso: una purga emocional

Rubén nos había advertido también que el descenso no solo era físico: nos conto que muchas personas lloran, discuten, gritan, porque es una etapa en la que salen emociones reprimidas. Nadie le creyó… hasta que lo vivimos en carne propia. Cada uno tuvo su proceso: algunos con rabia, otros con tristeza, otros simplemente con agotamiento. La montaña, como dijo Rubén, limpia el alma.

Nos aferramos a las cuerdas, cansados, con las manos entumecidas y los dedos adoloridos. Pero salimos adelante. Porque la mente, cuando está conectada con el propósito, siempre encuentra la fuerza de alguna manera.

En conclusión

Subir el Cerro Tusa es más que una caminata: es una experiencia transformadora que te reconecta con lo esencial. Es un viaje hacia adentro, un momento para soltar cargas y recuperar energía. Así como nuestras infusiones limpian, fortalecen y revitalizan el cuerpo, la montaña purifica el alma.

Te invito a que vivas esta experiencia al menos una vez en tu vida. Y si lo haces, cuéntanos cómo fue. Queremos seguir compartiendo historias reales que sanan, inspiran y nos unen.

Recomendaciones para tu viaje al Cerro Tusa

  • Edad mínima recomendada: 10 años (es importante respetar esta indicación).

  • Lleva buen calzado, bloqueador solar, agua y alimentos ligeros, puedes llevar la infusión PowerBody que te hidratara, dará más energia y evitara que tu cuerpo este dolido al siguiente día

  • Contrata un guía certificado. Recomendamos a Rubén, quien nos acompañó con respeto y profundidad espiritual.

  • Escucha tu cuerpo y tu intuición. La montaña habla… si sabes escucharla será una increíble experiencia.

Milamores y el Cerro Tusa

Este lugar tiene un significado muy especial para nosotras y para Milamores. El Cerro Tusa está muy cerca de uno de nuestros cultivos principales, donde nace la magia de nuestras infusiones. Allí, rodeadas de naturaleza viva y energía pura, crecen muchas de las plantas que usamos en nuestras fórmulas, que logran transformar vidas de manera natural.

¿Casualidad que esté tan cerca de esta montaña transformadora? Yo creo que no.
Porque así como nuestros productos que transforman desde adentro, el Cerro Tusa transforma desde lo más profundo del alma.

Si alguna vez has sentido el llamado de reconectar contigo, con la naturaleza y con tu fuerza interior, este lugar te está esperando.

Te invito a que lo vivas, lo sientas, y si esta historia te inspiró, compártela con quienes sabes que también necesitan soltar, sanar y recordar lo poderosos que somos cuando nos reencontramos con lo esencial.

 

Con amor, 

Isabel Uribe